Por la misma época, un amigo me regaló, o me dejó caer, más bien, una copia del cómic de Alan Moore. Un voluminoso tocho al que no hice caso en todos estos años. Estas Navidades me fijé seriamente en él. Estaba alojado en una balda superior, esperando su oportunidad. Y le llegó el turno...
El dibujo de Eddie Campbell es absolutamente maravilloso, y desasosegante, y terriblemente adaptado a la fantasmagórica imagen que tenemos todos del neblinoso y húmedo clima inglés.
El guión de Alan Moore es a su vez un perfecto reloj suizo cuya maquinaria funciona a su debido tiempo, en cuanto a los detalles y conceptos que nos quiere dejar claros, y de forma didáctica, aunque no presuntuosa, nos cuenta la historia de Jack, y de paso, unas cuantas más.
El comienzo de la lectura, sobre todo si se viene de leer una larga novela (como es mi caso) no se hace tan fácil como debiera parecer. No. No es coger el "cómic" y relajarse. Una transición fácil. Que es en invierno cuando más cómics leo, porque de alguna manera, me relajan más, y me ayudan a superar la oscuridad de las horas.
Su lectura es terriblemente exigente (al menos si se quieren captar cuantos más matices mejor de los que nos ofrece Moore en su historia), y el principio puede resultar algo frustrante. Hay que tener una serie de puntos de agarre. E interés.
Luego, uno se va contagiando del terrible poder seductor que sugieren las palabras e imágenes que vemos, sobre todo en ese alucinante viaje del doctor Gull junto con su cochero, Netley, por el Londres de las iglesias de Hawksmoor, de los símbolos paganos, de los restos de magia, simbología y druidismo que aún en aquella época, a finales del siglo XIX, restaban en Londres.
Es imposible recoger aquí, en un trabajo apenas introductorio, todas las líneas argumentales que se tratan a lo largo de la tesis (pues no es otra cosa) que Moore y Campbell dedican a Jack y sus circunstancias.
Tesis que se remonta al principio de los tiempos de Londres, ciudad pagana comandada por el matriarcado lunar de Diana, más tarde convertido en patriarcado solar, tras derramamientos de sangre sin nombre. La masonería entra en juego, y las mujeres no pueden volver a conquistar el poder.
Aquí es donde entra en juego el doctor de la reina Victoria, Sir William Gull. El nieto de la reina resulta ser un travieso, y en sus correrías parece dejar embarazada a una mujer, con la que se casa (o tiene intenciones). Las autoridades, con Gull a la cabeza, se deshacen de la madre. Cuatro prostitutas se enteran de esto, por una serie de coincidencias. Esta parte está tan al principio de la historia que algunos cabos no acaban de estar atados del todo, pero el lector debe ser paciente, y dejarse llevar.
Moore no está por la labor de liar al lector, o de hacerse el listillo. Cuenta lo que quiere contar a su ritmo. Y además ayuda su apéndice, contando detalles que aclaran aspectos históricos / dudosos, y ¡ofrece bibliografía!
Poco a poco se nos introduce en el mundo interior de Gull. El mismo Moore reconoce, sobre todo a la hora de imaginar el estado de aquel tipo a la hora de cometer sus crímenes, que intentaba acercarse a aquel estado, pero no como para hacerlo demasiado, o del todo. Dado el resultado de los dibujos de los asesinatos, parece ser que Moore y Campbell se metieron lo suficiente en la mente de Gull, mucho más que cualquiera de sus lectores... Bueno, de sus lectores normalillos (habrá algunos que se hayan excitado bastante con algunas viñetas, es evidente).
Gull por un lado debe limpiar el buen nombre de la Corona, eliminando a esas mujeres que pueden provocar terribles rumores en un barrio como Whitechapel, y por otro, como buen neo-masón, debe hacer que la sangre fluya, los tiempos exigen nuevos sacrificios.
Esta es la principal línea de argumentación de Moore, basándose en la bibliografía que existía a finales de los noventa del siglo pasado, el XX. No parece que hayan aparecido nuevas pruebas ni ideas sobre quién pudo ser Jack. Pero la historia que cuenta Moore es suficientemente verosímil. Para mí lo es.
El poder de todo el entramado construido a lo largo del cómic es altísimo, y por esto, seguramente es por lo que escribo estas líneas. Lectura que requiere sosiego, interés, empatía. Nada fácil para estos tiempos, quizás. Además de que se trata de una lectura adulta. Sin duda.
Y está claro, lo de Jack es casi lo de menos. Y lo de las mujeres... también (con el debido respeto, guapas). Lo que interesa es lo que se sugiere, lo que flota sobre aquella ciudad, y sobre el Whitechapel del año 1999, o del 2016, que vemos reflejado en las visiones de Gull, en esas callejuelas a las que uno a veces se ve llamado...
Hace años, 18 ya, compré una postal en aquel barrio, en la que se mostraba un dibujo de las calles en las que ocurrió todo... Fuck, I do not know where it is now...
Dejo a continuación una ínfima parte de la bibliografía suministrada por Moore y que me parece más interesante como introducción.
Gente del abismo / Jack London . Ediciones 29, 1984
Novela del gran London que dedicó a las gentes de Whitechapel, donde él mismo vivió por una temporada. Tengo unas ganas locas de leer este libro, pero me quiero desintoxicar un poco, really Mary, really.
Hay que localizarla en bibliotecas, me temo, o si no, en inglés.
London Labour and the London Poor (Penguin Classics) Henry Mayhew
El típico Penguin que no suele estar a la vista en la zona de los bestsellers en lenguas extranjeras de la Casa del Libro o similares, al cual también me gustaría hincar el diente. Libro con entrevistas in situ y relatos vivenciales recogidos en aquella misma época por Mr. Mayhew. Material real, del que se sirvió Eddie para dibujar, y tú para seguir fantaseando. Me temo que nunca ha sido editado en castellano, al menos en España, y ya tenemos otro título para añadir a nuestra lista de deseos más oscuros a editar por aquí...
La sombra de Hawksmoor, de Peter Ackroyd.
Novela que estará bien leer, poco que ver con Jack, más con aquel arquitecto pagano.
Sobre Jack hay tanta bibliografía... que no vale la pena indicar nada. Además, leyendo "From Hell" sabemos lo que hay que saber sobre los hechos. Ahora falta adentrarse un poco más en los fondos de los planos que dibuja Campbell....
O como ocurría en aquella Irlanda que es revisitada por Gull antes de convertirse en...
vete a saber...
... y después de todo, más allá de lo que se dice y se sugiere en From Hell, la idea que subyace es: aunque nos cueste, nos de pereza, nos produzca indiferencia, tenemos en la Historia un válido camino de investigación, más que nada para que no nos tomen por idiotas...