Primeramente, agradecer a la Biblioteca Pública de Yamaguchi (Pamplona) por ofrecerme la oportunidad de leer este cómic.
Ponerme a escribir sobre la historia de "El Eternauta" es una tarea que me supera. Resumo. Parece ser uno de los puntales fundamentales de toda la historia del cómic argentino. Publicado en tiras (en la modesta revista "Hora Cero Semanal") entre 1957 y 1959. Dibujado por Francisco Solano López y con guión de Héctor Germán Oesterheld.
Una alucinante historia de ciencia ficción.
Antes de que llegaran los zombies. Antes de la invasión de las películas de catástrofes norteamericanas. En una época en la que todavía estaban por crearse muchas obras que tratan el tema del apocalipsis, o la soledad del hombre (Stephen King, Richard Matheson, etc...).
El dibujo de Solano se combina perfectamente con las ideas de Oesterheld.
Una extraña nevada cae sobre Buenos Aires (ciudad en la que apenas nieva nunca). Una nevada mortal. A partir de aquí, un sinfín de aventuras y más aventuras que ponen en vilo al lector hasta la última página. ¡Y qué final!
Esta obra ha conocido toda una historia paralela de ediciones, prohibiciones, y continuaciones varias. La dictadura argentina (1976-1983) censuró la obra. El guionista Oesterheld fue asesinado. DEP.
Una serie de grupos argentinos editó un disco homenaje, en 2011, que no suena nada mal.
Es un cómic que aparentemente es de rigor público comprar para bibliotecas y escuelas argentinas. Al menos, lo fue en un tiempo. Incluso en 2012 hubo políticos porteños que se plantearon la inconveniencia de ofrecer esta lectura a la población. ¡Qué poco cambian algunos!
Durante la aventura de Juan Salvo (el gran protagonista) y sus amigos Favalli y Franco, ocurren muchísimas cosas. Cuando todo parece que está perdido, los protagonistas saben salir del aprieto.
Hay una lectura más pausada, bajo la obra, que nos hace pensar en conceptos como el poder, la violencia, la ignorancia, la indiferencia, pero también en la amistad, la solidaridad, la esperanza, la cordura dentro de la locura.
Recomiendo a cualquier aficionado a la ciencia ficción la lectura de "El Eternauta", y en general, a los adeptos a las historias gráficas.
Inconmensurable Eternauta, inolvidable, eterno.